miércoles, 23 de junio de 2010

En La 14 crecen los hijos de “doña María”




El trabajo infantil se define como aquella actividad económica, remunerada o no, realizada por niños por circunstancias o personas, y que mediatizan su desarrollo físico, mental e intelectual. En algunas plazas de mercado de Ibagué, los niños son protagonistas.


Siempre en la misma esquina, “doña María” y sus dos hijos acomodan sus canastas y ponen sobre ellas, la papa, la yuca y los plátanos que venden de lunes a sábado en la plaza La 14.

Este sábado en particular, José, el mayor de los niños, de ocho años, está feliz porque le han regalado un pájaro, y se lo ha vendido en dos mil pesos al señor que les surte el puesto. Como es de esperar, va a la tienda y compra dulces para su hermano Michael de cinco años y para él.

“Doña María”, como la llaman los de la plaza, en realidad se llama Ruth. Es de pequeña contextura y grandes ilusiones. Y es una de las muchas madres de la plaza que llevan a sus niños al trabajo. “La gente juzga sin saber, piensan que traemos a los niños para explotarlos y ponerlos a trabajar, pero eso no es así”, asegura.

Cada día, “doña María” cuenta que las personas la miran con indiferencia al ver que sus hijos la acompañan y la ayudan en sus labores. Sin embargo, las personas no ven y no conocen una realidad inmersa en el trabajo y sacrificio por sacar a sus hijos adelante.

La mayoría de las personas, al ver un niño en medio de la plaza, piensa en el futuro, en la educación y en el amor que tienen sus padres hacia ellos, pero muy pocas veces, se detienen a conocer su entorno y la situación por la que atraviesan.

Muchas madres, como “doña María”, tienen el deber de llevar a sus hijos porque no tienen una persona que se los cuide. Su hija mayor,quien tiene 15 años, se va para el colegio y se encarga de los oficios de la casa.

Lo más importante de esta historia, es que José y Michael son felices creciendo en medio de la plaza La 14. Juegan, conocen otros niños, ayudan a vender porque les gusta; y lo más importante, están al lado de su mamá, que se preocupa porque estudien y porque día a día no les falte ni amor ni un plato de comida, por más sencilla que sea.


El trabajo infantil

El trabajo infantil abarca una amplia gama de acciones que originan cambios en el niño en todos sus aspectos (físico, emocional o mental) y en cualquier edad. Sin embargo, nunca nos preguntamos si el trabajo es una verdadera alternativa en la vida de estos pequeños.

En muchas ocasiones, estos niños, se ven obligados a dejar las aulas de clase y los juegos debido a la imposición de una forma de vida difícil, teniendo en cuenta que Ibagué no es la excepción, y menos considerando el alto índice de desempleo que la caracteriza.

Los niños tienen que decidir muchas veces entre formarse académicamente y salir a ayudar a su familia a buscar lo que sería el sustento diario.
Trabajar en la plaza se podría considerar como una continua e inexorable herencia que no respeta edad, gustos, sueños por realizar y el trabajo que los padres están cansados de hacer, constituyéndose como la repetición de la historia.

Sumado a esto, y como factor predominante, se asoma la falta de oportunidades, la cual se evidencia cada vez más en la exclusión, día tras día, de los más necesitados.
Todos los niños deben saber que no deben trabajar. Sin embargo, hay ciertas actividades que pueden realizar para contribuir a los ingresos familiares.

Existen trabajos que constituyen un atentado contra sus derechos, por eso la Unicef ha desarrollado un conjunto de criterios básicos para determinar si el trabajo infantil es explotador. La Unicef dice que el trabajo infantil es inapropiado si:

-Es con dedicación exclusiva a una edad demasiado temprana
-Se pasan demasiadas horas trabajando
-El trabajo provoca estrés físico, social o psicológico indebido
-Se trabaja y se vive en la calle en malas condiciones
-El salario es inadecuado
-El niño tiene que asumir demasiada responsabilidad
-El trabajo impide el acceso a la escolarización
-El trabajo mina la dignidad y autoestima del niño
-Impide conseguir un pleno desarrollo social y psicológico.


Pobreza y tradiciones

Es evidente que el trabajo infantil está directamente ligado con la pobreza, pues los niños que laboran son de estratos bajos y viven en condiciones desfavorables. Sin embargo, la pobreza no es lo que causa el trabajo infantil.

Este fenómeno, también está determinado por los países en vías de desarrollo y la capacidad que tengan éstos de mitigar esta actividad. En países como China y Kenia por ejemplo, ha habido muy poco trabajo infantil en las últimas décadas, debido a que sus gobernantes y los padres tomaron la decisión política de mandar los niños a la escuela.

De estos dos ejemplos se deduce que el trabajo infantil sólo puede existir si es tratado como aceptable cultural y políticamente.
Los factores de pobreza, tradiciones culturales, prejuicios hacia grupos étnicos, religiosos, raciales, acceso inadecuado a la educación y búsqueda de mano de obra dócil por parte de los empresarios, son otros factores que influyen en el trabajo infantil.

Existe una necesidad de explorar el contexto en el que se desarrolla y conocer las historias de estos niños para determinar si son o no, trabajadores obligados por sus padres, o de lo contrario, son niños que disfrutan su infancia en medio de su lugar de empleo, ya sea la plaza de mercado o cualquier otro espacio, como José Adam y su hermanito Michael.


"Me gusta venir con a mi mamá al trabajo, además, me gusta jugar al vendedor jajaja" cuenta Jose.




Este es un video que dura 2: 47 seg. y habla sobre los factores y consecuencias que influyen en los ñiños que son obligados a trabajar. Sus implicaciones fisicas, psicolofçgicas, educativas y emocionales.

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